El cerebro como el resto del cuerpo va cambiando a través de los años, puede presentarse de diferentes maneras o puede tomar más tiempo que a otros.
Estos problemas pueden ser mayores de lo que se cree, es por eso que les compartimos los principales síntomas para que puedan detectar y reducir los riesgos de cada uno de estos trastornos.
Las demencias (o Trastornos Neurocognitivos Mayores, como actualmente se conocen) son un conjunto de enfermedades que son consecuencia de daño neurológico progresivo y muerte de neuronas (las células del cerebro). Se caracterizan por defectos importantes en las llamadas funciones mentales superiores, que incluyen la memoria, el habla, el juicio, la atención, la capacidad de abstracción y la realización de tareas físicas complejas, entre muchas otras. Lo que caracteriza a una demencia es que estos defectos se han vuelto tan marcados que limitan la capacidad de realizar las actividades cotidianas.
Existen muchos tipos diferentes de demencias, pero es necesario especificar que NO EXISTE la llamada “demencia senil”. Este es un término coloquial, con que algunas personas describen algo que no conocen del todo. NO es un término médico, pero desafortunadamente es utilizado por algunos médicos y por personal de salud sin entrenamiento geriátrico. Si a usted o algún familiar suyo le han diagnosticado “demencia senil”, es necesario que busque cuanto antes una segunda opinión, ya que es probable que el médico que utiliza frecuentemente ese término no cuente con entrenamiento formal en el diagnóstico y manejo de estas enfermedades.
El diagnóstico de una demencia habitualmente va a verse fortalecido por la aplicación e interpretación cuidadosa de PRUEBAS NEUROPSICOLÓGICAS. Este tipo de pruebas son a base de preguntas, dibujos, lecturas y/o actividades manuales, diseñadas para evaluar distintos aspectos de la cognición. Las pruebas suelen requerir entre 5 y 30 minutos para su aplicación, pero pueden tener aún mayor extensión cuando se busca profundizar en algún área cognitiva en particular.
Por último, es fundamental recordar que aunque la más común de las demencias es la Enfermedad de Alzheimer, existen muuuuchas otras. Cada una de ellas tiene un patrón específico de alteraciones cognitivas, así como un pronóstico distinto. Es fundamental definir lo mejor posible el tipo de demencia del que se trata para poder indicar el tratamiento y seguimiento apropiado, solamente por medio de pruebas neuropsicológicas y el uso juicioso de estudios de laboratorio e imagen se puede lograr un diagnóstico preciso.
Si un familiar tuyo requiere un tratamiento sobre alguno de estos u otros trastornos, no dudes en recibir ayuda de un profesional. Visita www.eucalyptusmed.com y recibe más información.
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